Encontrando la Ciudad Perdida
La Ciudad Perdida es uno de esos regalos que todavía uno puede descubrir y sentirse que es un privilegiado. Se trata de una ciudad situada a 1.200 metros de altitud, cerca de Santa Marta y el Parque Nacional de Tayrona que habitaron en el 660 DC. Y digo privilegiado porque fue descubierta en 1972 por los guaqueros que arrasaron todo el oro y posteriormente en 1976 por arqueólogos que lo empezaron a restituir. Por tanto, su descubrimiento es reciente ya que los primeros turistas no llegaron hasta 1988. Es más, hasta hace dos años no se popularizó el camino ya que hubo enfrentamientos entre guerrilla y paramilitares, incluso en 2002 hubo un secuestro que hizo que se tomaran medidas al respecto.
Aunque bueno, al final todo eso son datos. Lo realmente interesante es que para llegar tienes que hacer un trek que va de 4 a 6 días por montañas empinadas compartiendo paso con mulas que cargan comida para suministrar los 5 campamentos en los que uno se hospeda. El camino también lo compartes con los yoquis, los indígenas que están muy protegidos. Un dato, hasta finales de los 90 estaba lleno de campos de coca controlados por los narco, a finales de los 90 los militares fumigaron la zona en avión y tierra arrasando con todos a excepción de los campos de los yoquis que sí se les está permitido su cultivo. Ya que no hacen un tratamiento químico, la mezclan con la cal de unos caracoles y crean el poporo.
El trek no es extremadamente difícil pero sí hay que ir con cuidado ya que hay tramos que no son muy aptos, especialmente en esta época del año que es de lluvias y cuando crece el río Buritaca se le lleva a uno para bajo. Está el reciente episodio de un francés (siempre son franceses) en 2006 que murió a causa de la corriente del río. En cuanto a los mosquitos, a pesar de que no matan sí que te dejan huella así que imprescindible repelente y pantalón largo.
Pero resumiendo, se trata de un viaje increíble que bien merece la pena. Seguramente no es comparable al Machu Pichu, pero sí es cierto que el hecho de que no haya un tren o un sendero transitable para llegar hacen que uno se sienta un poco especial al terminarlo.
Por cierto, el coste son 600.000 pesos, recientemente lo han subido y es que hay muchos «impuestos» que hay que pagar para que todas las partes estén contentas, y hasta aquí puedo leer…
Tiene una punta estupenda… a ver qué tal te fue por allí.