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bye bye Kunming. Nihao leng

Después de una semana en Kunming, que sumados a los tres días que ya pasé, se ha convertido en la ciudad donde más noches he pasado. Pues hoy, por fin, me largo.

Está ciudad no necesita más de 3 días y los pasas casi obligados porque es la capital del Yunnan. En mi caso, me he pasado más días porque mi visa expiraba hoy, por lo que necesitaba extenderla un mes más, y aquí fue el único sitio donde me la daban con una entrada. Es decir, puedo salir del país (ir a Hong Kong) y volver a entrar. Y todo al mismo precio, 160 rmb.

Estos días he aprovechado para ponerme al día en ciertas cosas y sobretodo planificar los próximos meses de viaje. Mi primera decisión ha sido suprimir Austrália. Es un país que requiere mínimo 2 meses y bastante dinero, por lo que he preferido «invertirlo» en otros países. Al final, mi planning es el siguinte:

Del 07/03 al 02/04 Myanmar.
Del 02/04 al 20/04 Malaysia.
Del 20/04 al 04/06 New Zeland.
Del 04/06 al 23/06 Fidji (celebrando mis 29 años).
El 23/06 vuelo hacia Los Angeles.

Pero para eso queda mucho. Hoy me voy a Guilin (provincia de Guangxi) famosa por los arrozales donde estaré un día y de ahí a Yangshuo. A pesar de que estoy en el sur de la China, haciendo frontera con Laos y Vietnam, hoy hace mucho leng. O frío en castellano. Media china está nevada por una ola de frío. Pero bueno, eso me permite sentir estas fechas un poco más en casa.

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Welcome to the jungle!

Ya os dije que Xishuangbanna prometía clima tropical, pero no esperaba encontrarme algo tan salvaje. Salvaje en el mejor sentido de la palabra. Y es que Jonghing, su capital, tiene ese aire que tiene cualquier ciudad de veraneo, aunque lo mejor es coger la bici y perderte por los pueblos cercanos y conocer sus diferentes culturas. Jonghing es una ciudad normalita pero es la puerta de entrada a Laos o incluso algunos van hasta Tailandia en barco. Mi objetivo era Myanmar desde Rulli, pero la entrada estaba cerrada.

En Xishuangbanna he aprovechado para hacerme el famoso blind massage, que es la principal fuente de ingresos de los ciegos, y lo cierto es que ha sido el mejor masaje que me han dado hasta el momento. Y llevo 4.

Yo recomiendo a todos que vengáis a China que visitéis esta ciudad, ya que es una región muy diferente al resto del país con minorías étnicas que la hacen interesante, no solo a nivel del clima. Aunque llegar no es sencillo, ya que no hay tren y en bus desde Kunming son 9 horas y desde Lijiang 18 horas, a pesar d eso, merece la pena.

Y sí, después de casi 3 meses me pegué un baño en una piscina, en el Crown Hotel, a cambio de algo más de 1€:

PD: antes de decir nada contra mi persona tenéis que saber que estas imágenes forman parte del pasado y que estoy escribiendo estas líneas desde Kunming, donde hace frío y no hay piscinas ni palmeras.

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Si lo construyes, él vendrá

Título de la película?

Si lo adivinas te llevas el pack completo firmado por KC y RL. Que no! Que es broma! Pero una postal sí.

PD: promoción válida hasta fin de existencias, o sea, los dos primeros ganadores.

PD2: si ya has recibido una postal quedas totalmente excluido del «concurso».

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Un martes cualquiera

Hoy he empezado el día tarde. Me he levantado pasadas las 10 y porque mi conciencia empezaba a apretar. Todavía no tenía claro que iba a hacer durante el día, pero quería aprovecharlo, así que me he ido a desayunar y meditar al respecto. Al final, la oferta ganadora ha sido ir a Menghan o Ganlanba y de ahí a un pequeño pueblo cuyo nombre no puedo acordarme (y no es que no quiera).

Desde Jinghong, mi centro de operaciones, hay unos 30 km. Se puede ir en bus, 20 minutos, o en bici, 2 horas. Aunque era tarde he optado por la bici.

Al poco de salir, cuando llevaba unos 5 km, un sonido raro salía de la rueda trasera. Efectivamente, había pinchado. Así que nada, volver a la ciudad y cambiar la bici. A pesar de todo seguía motivado ya que me atraía la idea de descubrir pequeños pueblos en bici.

Y la expectativa no me ha decepcionado. Ha sido fantástico. Durante los 28 km de ida y vuelta he tenido la compañía del río Mekong que se ha convertido en mi río favorito. No me preguntéis por qué. No tengo ni idea. De hecho es la primera vez que tengo un río favorito, pero he decidido que si tengo que tener uno, debe ser él. O será femenino? El caso es que he tenido la suerte de poder cruzarlo en ferry a cambio de 0,20€ cada trayecto y eso ha sido la cúspide de mi viaje.

En total han sido casi 80 km y aunque ahora estoy exhausto, el caso es que me siento más que bien. Son muchas las sensaciones vividas. Recuerdo el aroma que desprenden las paradas de piña que hay durante el camino que se convierten en un oasis, luchando contra el alquitrán y el humo de los camiones.

Aunque de todo, lo que hace de este martes día 7 de diciembre un día especial, ha sido que por primera vez he sentido algo nuevo para mi. Esa sensación al llegar en bici a un pequeño pueblo, donde parece que los locales te están esperando para decirte que lo has hecho y que eres un héroe. Solo hoy, pero disfrútalo, porque es tu día. Es una sensación efímera, que dura unas pocas horas, pero es adictiva y que solo espero poder vivirla más veces y más intensamente. Porque eso significará que lo he hecho.

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Oda al frío

Hace ya casi 3 meses que estamos viajando juntos. Recuerdo inicios de septiembre en Rusia, mientras mis amigos disfrutaban de los últimos días de sol y playa, yo tenía que aguantarte. En Siberia no fue mucho mejor, y a pesar de que el sol no me soltó ni un día, tú siempre estabas ahí, recordándome el poco aprecio que nos tenemos mutuamente.

Al llegar a Mongolia tuviste la «delicadeza» de presentarte con nieve. Menudo detalle. Y qué decir de las frías noches en el Gobi donde los excrementos de yak no alcanzaban para calentar todo el ger.

Entonces huí a China en busca de mejor tiempo y ahí me llevé un batacazo. En Beijing no hay sol pero sigues estando tú. A medida que iba bajando me ibas dando cierta tregua pero las posibilidades de agua caliente también disminuían. Habrá hoy agua caliente? Y ya sabes que yo no soy muy afortunado en el juego, así que casi siempre perdía.

Lo peor, sin duda, en el Tíbet, aunque ahí te perdono, no fue tu culpa e iba preparado con mis guantes, mi gorro, mis calentadores, mis dos jerseys y mi chaqueta de invierno. También para dormir…

Pero hoy es un gran día. Hoy te digo adiós. Me despido de ti durante una larga temporada. Me voy al tropical Xishuangbanna donde los termómetros marcan más de 25º, y aunque no me fío mucho de las predicciones internautas, no pierdo la esperanza. Esperanza en ponerme pantalones cortos, dejar el abrigo en la mochila, disfrutar del sol y porque no, de la siempre refrescante lluvia tropical. Y si puedo, te prometo que me pegaré un chapuzón a tu salud.

Son 18 horas de bus que aprovecharé para saborear estos momentos que hemos compartido, pero sobretodo aprovecharé para olvidarte.

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Lijiang, la perla del Yunnan

Y Mama Naxi el mejor hostel para disfrutarlo. Poco se puede decir al respecto, así que os dejo las fotos para que lo valoréis vosotros mismo:

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El salto del Tigre

Es la garganta más famosa de China. Y no, no me refiero a ningún cantante. Es un trek de 2 o 3 días atravesando pueblos perdidos por montañas con subidas y bajadas.

Se empieza en Lijiang y después de 2 horas y media y atravesando al condado de Shangri·la se empieza a andar. A partir de ahí se pueden elegir diferentes opciones, mi recomendación es hacer dos noches y 3 días. El primera día yo andé unas casi 7 horas para poder dormir en el Half Way GuestHouse con unas vistas desde el lavabo que dudo que ningún lavabo del mundo tengan. Para los románticos y menos escatológicos, deciros que si llegáis pronto, las vistas desde la cama son increíbles también. Durante este primer trayecto atraviesas las 28 curvas. Si no quieres andar tanto puedes descansar en el Tea House.

Después de pasar la noche en el Half Way sigues el camino hasta el Tina’s House. Unas dos horas y media más, por lo que si llegas pronto puedes ir a la joya de la corona, al medio salto del Tigre, donde el trek se convierte en algo más exigente y son 3 horas de nivel 4 con tramos no aptos para cualquiera. En especial, la famosa escalera de alambre que sube durante 20 metros con una penditene del 80%. Aunque si yo lo he hecho, tampoco es para tanto.


El caso, es que yo pasé una noche más porque la segunda cogí una infección estomacal con fiebre y no me quería perder el medio salto del Tigre. Y la verdad es que no me arrepiento para nada, a pesar del frío.

El trek termina en Shangri·la (dicen que más auténtico que el propio Tíbet) o en Lijiang. Yo he optado por la segunda ya que sigo sin estar fino del todo y llevo casi 3 meses con frío, al que estoy empezando a odiar con toda mi alma.

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Descubriendo Yunnan y su gente

Yunnan es una de las provincias más mágicas de China. A parte de poseer un paisaje privilegiado, las cumbres tibetanas en el norte y las selvas tropicales en el sur. A parte de eso, también destaca que el 50% de la provincia no está habitada por los han, el grupo mayoritario aquí en China. De hecho, es muy común ver musulmanes que llegaron aquí en la época de Genghis Khan. Pero de todas las etnias, hay dos que destacan por encima del resto, los naxi y los mosu. Las dos son sociedades matriarcales y las mujeres mosu son famosas por el fenómeno» matrimonio ambulante», es decir nunca se casan ni cohabitan con ningún hombre y pueden tener todos los amantes que deseen a lo largo de su vida. Los naxi, también tienen connotaciones con fuertes influencias matriarcales. Como ejemplo, un botón: la palabra «piedra» más femenino significa gran piedra. En cambio «piedra» más masculino es un guijarro.

Curioso, no?

Más allá de eso, mi llegada al Yunnan, a Kunming concretamente, se centraba en intentar cruzar a Birmania por la única frontera terrestre posible, pero el gobierno birmano me ha fastidiado el plan y han cerrado la frontera, por lo que tendré que esperar. Mi plan B es conocer en profundidad esta provincia y avanzar hacia el este de China.

Por ahora, me he limitado a disfrutar de Kunming, dejando la guía en la habitación y simplemente dejándome llevar. A cambio, me he llevado paseos por mercados, buenísima comida y un masaje en los pies de más de una hora por 5€. Y todo ello acompañado del sol. Aunque de todo, lo que más me ha fascinado es la cantidad de gente mayor que hay en esta ciudad, que a diferencia de nuestros ancianos, éstos tienen una energia envidiable y se pasan el día haciendo ejercicio y llenando de energia toda la ciudad.

Pero la tranquilidad se acaba y esta noche me voy a Lijang para hacer un trekking por la famosísima Gargante del Tigre. Después avanzaré hasta la mística Shangri·la y terminaré en Dali.

Y después ya veremos qué hago con mi vda…