I ♥ BURMA

Así es. Declaro mi amor a esta nación, más bien a su gente. He pasado 28 días y he de reconocer que una parte de mí ha cambiado. Las razones obviamente son muchas, pero lo principal es que te lo pasas bien. Durante los 28 días me lo pasé bien aprendiendo sobre las diferentes etnias, charlando con la gente de ahí, descubriendo su forma de vivir o alucinando con todos sus paisajes.

Como algunos ya sabéis Burma, Birmania o Myanmar es una dictadura y el país está en manos de una Junta Militar. Eso echa atrás a muchos turistas tanto por miedo como por ética. Algunos opinan que el que va a Burma contribuye con su dinero a subvencionar la Junta Militar. Y en parte tienen razón, pero bajo mi punto de vista eso es ver el árbol y no el bosque. Me explico: Burma es una dictadura que pese al boicot de los países occidentales recibe el beneplácito de China ya que está invirtiendo mucho dinero en el norte del país con la extracción de minerales. Y no nos engañemos es gracias al apoyo chino que la Junta Militar sigue gobernando, ya que hoy nadie, repito NADIE se atreve a toser al todopoderoso país asiático y los países europeos y EEUU simplemente giran la cara y hacen que no ven. Algo que por otro lado se les da muy bien. Un ejemplo: cuando pasó la tragedia del Nagris en la que murieron más de 200.000 personas la Junta Militar no dejó entrar a ninguna ONG para ayudar a la población, y nadie, repito NADIE hizo nada. Así que no creo que porque yo pague 40€ por un visado vaya a cambiar mucho la realidad del país.

Además, creo que es bueno que haya turismo en Birmania porque es una manera de dar a conocer la situación del país y la injusticia a las que están sometidos. Nosotros les contamos otra realidad y eso rompe muchas barreras. Si uno ha leído sobre el franquismo sabrá que una de las razones que ayudó a quitar poder a la iglesia y desmitificar la figura y el miedo a Franco fueron todos aquellos alemanes y suecos que llegaron al país en los años 60. Y vale, nosotros estábamos cerca de Europa, pero estoy convencido de que fue determinante para cambiar la mentalidad de los más jóvenes con respecto a Franco.

Dicho esto, es un país seguro en el que no tenéis que temer por nada. El visado os lo podéis hacer en un día desde Bangkok. Aquí está explicado. La única dificultad la encontraréis si queréis moveros a ciertas zonas donde solo es posible llegar en avión. Y el dinero, tal y como os he dicho empresas occidentales han boicoteado al país y no es posible sacar dinero en todo el país, por lo que hay que ir con dólares americanos. Es muy importante que el dinero esté totalmente liso y sin ninguna dobladez ya que en tal caso el cambio te lo harán a peor. El mejor sitio para cambiar es Yangon y aunque muchos optan por el mercado negro yo no lo recomiendo.

La puerta de entrada pues, es Yangon pero más allá de la Schwedagon Pagoda que es impresionante, yo no invertiría mucho más. Así que a subir a un bus nocturno rumbo a Kalaw. Ahí podéis pasar una noche pero a la mañana siguiente empezar el trek de 3 días hacia Inle Lake. Una noche la pasamos con una familia de un pequeño pueblo y la otra en un monasterio donde los novicios se levantaban a las 4 de la mañana para empezar a rezar. Veréis que en este país el budismo no es una religión, forma parte de la cotidianidad  y todos los hombres en algún momento de su vida han pasado por un monasterio.

Después podéis ir a Mandalay en bus que os servirá como centro de operaciones para moveros en el país. En función de los días podéis hacer como yo y subir a Mytkina al norte del país en tren en una experiencia más que religiosa. En el norte estaréis completamente solos, yo no coincidí con ningún turista en una semana y podréis disfrutar del mejor, bajo mi punta de vista, trayecto en barco. Veréis aldeas que viven sin electricidad y sin ningún contacto con el exterior y que cuando os vean a ti y a tu cámara de fotos (sentados en el barco ya que es imposible bajarse) alucinarán como nuestros bisabuelos habrían alucinado.

De vuelta a Mandalay tenéis que ir a los alrededores, Imwa y Amarapura y a poder ser en transporte público (500khats). Veréis que en este país más que nunca, el camino ya forma parte de la experiencia.

Y dejando de nuevo la maleta en el hostal y solo con lo imprescindible os recomiendo que vayáis a Hsipaw en bus, paséis un día o dos y de ahí en tren a Pyin Uu Lwin ya que durante el trayecto en tren pasaréis por el puente de Goktik, el más alto en la época, una auténtica obra de la ingeniería. Mientras yo estuve ahí hubo un terremoto en la misma provincia pero no me enteré hasta que no llegué a Pyin Uu Lwin y por vosotros que me escribisteis preguntando cómo estaba. Vamos, que el puente resistente lo es. Y de nuevo a Mandalay.

Para el final dejamos la perla del país, Bagan. Para muchos es muy turístico pero bajo mi punto de vista nada que ver con Angkor Wat. Yo me pasé 3 días completamente solo recorriendo las 2.000 pagodas que todavía quedan. No tuve suerte con el amanecer y el atardecer pero aún así el recuerdo es imborrable. Además, os recomiendo que os instaléis en mitad de los dos grandes pueblos. Es más barato y está a tiro de piedra de las pagodas.

Y poco más. En 28 días, que es lo que te permiten el visado no da tiempo para más. El transporte es lento y con retrasos. Muchos retrasos y de más de 7 horas y en algunos casos de más de 12, es por ello que tómatelo con calma porque vayas dónde vayas vas a disfrutar de este país. Yo me he auto proclamado embajador y allá donde voy recomiendo su visita. Estoy seguro de que no os decepcionará.

Cuánto me ha costado?

Lo que + me ha gustado…
el trato con la gente

Lo que – me ha gustado…
la realidad política del país
Fotos

Comments
3 Responses to “I ♥ BURMA”
  1. Judit dice:

    Què t’he de dir de Birmània?? Ja saps q jo tb em declaro fan incondicional d’akest país i q és un dels llocs q tinc més guardats a la memòria. Continua disfrutant de New Zeland! Un petonàs maco

  2. clara dice:

    Jo m’estic llegint tres llibres de Birmània, tots tres recomanables

    – Crónicas Birmanas, de Guy Delisle. Un còmic genial! també n’ha fet d’altres països asiàtics! (http://www.astiberri.com/ficha_prod.php?cod=cronicasbirmanas)

    – Un lugar llamado nada, d’Amy Tan (http://www.lecturalia.com/libro/493/un-lugar-llamado-nada)

    – The Glass Palace, d’Amitav Ghosh (http://www.goodreads.com/book/show/77103.The_Glass_Palace)

    i x ambientar-ho.. encara em queden cacauets, carmels de tamarindo i fulles de te verd del mercat de bagan :D
    ;)

  3. Pau dice:

    Quina enveja :D

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