Dicen que cuando uno viaja solo se convierte automaticamente en un imán para conocer a gente. En mi caso, en Mongolia así ha sido, y además añadiría el adjetivo de gente interesante.
Las primeras personas que conocí fueron Erica y Marc de los que ya os he hablado, con los que coincidí la noche antes de coger el tren rumbo a UlanBator en Irkutsk, una ciudad de nada menos que medio millón de habitantes. Por si fuera poco, la coincidencia nos llevaría a compartir vagón y hasta compartimento. No hace falta decir que viajar con un local lo cambia absolutamente todo, es por ello que fue una suerte coincidir con Erica en el mismo tren.
El viaje en tren prometía.
En el compartimento de al lado estaban Chelsea, Niky y Anthony. El trio perfecto para alguien que viaja solo. Rapidamente compartimos conversación y Vodka. Al poco rato se unieron a la fiesta Jesler & Suzane, dos chicas holandesas con las que ya coincidí en Olkhon.
Las 30 horas en tren pasaron volando, tanto que alargamos la convivencia y nos fuimos al mismo hostal, el famoso Golden Gobi en el que Erica trabaja. Y como no podía ser de otra manera decidimos hacer un tour por el centro y norte de Mongolia juntos, con la compañía de Alice y Julien una pareja de franceses. En el Gobi, se añadió Rene, otro holandés.
He pasado casi 20 días con ellos, hemos compartido mucho en muy poco y sin duda el gran recuerdo que me llevo de este país es en parte, gracias a su compañía. Si os habéis quedado con ganas de saber quién son, ahí va un vídeo haciendo la ola.
Por que la ola? Eso os lo cuento en otro post.
Introducción
Nudo
Desenlace
Hoy os dejo la parte «negativa» del viaje, aunque hago una lectura tremendamente positiva de lo sucedido y con la lección, una vez más, de que la gente en este país es tremendamente amigable.
Creo que es evidente saber que este país me ha enganchado.
Es por ello que voy a alargar mi estancia unos días más y me voy a ir 8 días al Gobi. Al famoso desierto del Gobi que ocupa el 30% de la extensión del país y que es un caramelo para cualquier arqueólogo ya que se han encontrado muchos fósiles, entre ellos, los primeros huevos de dinoasaurio. Yo no soy arqueólogo pero espero disfrutar de posiblemente, uno de los lugares más increíbles del planeta.
Rusia ha sido el primer país de mi aventura. Lo elegí por dos motivos: coger la famosa ruta del TransMongoliano y por el contraste entre su pasado y su presente político y económico.
SAN PETERSBURGO – Día 11/09 al 15/09
La puerta de entrada de Rusia con Occidente es San Petersburgo. Una ciudad monumental creada por Pedro el Grande pero reformada recientemente. Llegué en un vuelo procedente de Barcelona a las 05:45 de la mañana. Al llegar la maquinaria rusa funcionaba casi al 70%. San Petersburgo y Moscú no duermen, tienen una actividad frenética todo el día. Cojo el mashrutska o mini bus que me lleva a una parada de metro cercana por 26 rublos. En el metro, cargado con mis más de 25 kilos busco, comparando con mi mapa en latín y el cirílico dónde está Nevsky Prospekt. La encuentro y cuento las paradas ya que muchas líneas no te marcan cuál es la siguiente. Doy gracias por llevar un mapa del metro en latín y cirílico porque sin él estaría aun buscando la parada. Llego a Nevsky y busco el hostal. Son las 6:30 y pregunto a una mujer que vende hot dogs. Empieza a salir el sol y aunque estoy agotado por no haber dormido las dos últimas semanas veo en el fondo la Catedral de San Basilio. Eso me da ánimos aunque la mujer no sabe indicarme. Le digo spasibo y decido probar suerte. Mientras doy la vuelta pienso que no puede ser San Basilio, que no estoy en Moscú. Entonces me invade una sensación de mayor alegría por pensar que lo mejor está todavía por llegar. Después de deambular durante 5 minutos encuentro el Cuba Hostel. Marco el código 41 y subo las escaleras. El portal está viejo y abandonado pero me da igual, tengo ganas de dejar la mochila y respirar hondo. Subo 3 pisos abro una puerta y me encuentro el recepcionista que muy amablemente me dice que hasta las 12:00 no tendré cama. Me da igual. Cojo la guía, la cámara y decido investigar.
Si vas a San Piter no te debes perder:
El Hermitage no por sus obras pero sí por el edificio y la historia.
El Museo ruso tanto por sus obras como por su enclave dentro de los jardines
La catedral of the saviour on spilled blood, más grande que la catderal de san basilio en el Kremlin.
La cúpula y las vistas de la catedral de San Isaac.
Pasear por el fuerte de Pedro y Paul.
Una noche en el teatro Mariinsky.
Subir y bajar Nevsky Prospekt a partir de las 18:30 hora en que los locales salen de trabajar.
MOSCÚ – Día 15/09 al 20/09
Aunque encuentro San Petersburgo una ciudad muy agradable después de 4 días tengo ganas de seguir mi viaje rumbo a Moscú. Busco billetes baratos y encuentro uno que está muy bien por menos de 1.000 rublos. Compro el billete. Tengo ganas de subirme al tren y sentir la experiencia de vivir un tren ruso. Son 8 horas que pienso que pasarán rápido. Una vez encuentro mi vagón y me dirigo a mi compartimento me doy cuenta del primer error, no coger litera de abajo. Las 8 horas se hacen eternas pero aprende del error y pienso que la próxima vez no pasará. Una vez en Moscú sigo el ritual del metro con ambos mapas aunque me cuesta más encontrar el Hostel ya que el mapa que tengo no aparece la zona en la que estoy. Pregunto sin cesar a más de 8 personas y cada una me dice una dirección diferente. Al final me creo a unos trabajadores que han salido a fumar. Son las 23:30. Mi fe dura 4 pasos en los que encuentro un taxi y exhausto le digo que me lleve. Me dice que son 200 rublos y aún sabiendo que es demasiado le digo que sí porque solo quiero llegar. Me deja en la puerta pero no recuerdo el código así que voy al restaurante de al lado y le pregunto. Ellos no lo saben pero llaman por teléfono y me lo dicen. Quién dijo que los rusos no son simpáticos. Subo y veo un hostal agradable. Parece una casa de estudiantes con una sola ducha pero limpio. Es hora de dormir y aunque mis oídos ya distinguen entre diferentes tonalidades de ronquidos lo de esta noche es demasiado. La mujer china que tengo al lado habla y chilla. La mujer parece sufrir pero son solo sueños, justo lo que yo necesito…
Estoy doy días más en el hostal HM pero decido pasar el fin de semana con Tanya y Steven. Tanya es una chica rusa que habla castellano y que conocí a través de CS. Rápidamente me ofrece su sofá y con ello vivir Moscú fuera de las guías. Me explica cómo piensan y aunque ella es una persona tremendamente cosmopolita que ha viajado por toda europa y que ha vivido en Barcelona nació y se crió en un pequeño pueblo al norte de Moscú y eso, hace mi estancia en Moscú tremendamente intersante. Me recomienda donde ir y me ayuda a comprar el billete a Irkutsk en una máquina que hay en la estación ahorrándome un 5% más que en taquillas.. Y el sábado noche, junto con Steven y una amiga suya vamos a una discoteca. No me sorprende, el ambiente es el mismo que en cualquier discoteca de occidente. Me voy a dormir pronto porque prefiero aprovechar el día.
Si vas a Moscú no te debes perder:
La catedral de San Basilio en la plaza roja. Y si no hay cola el Mausoleo a Lenin.
Un paseo largo y relajado por el Kremlin.
Hacer el guiri por la calle Arbat y contagiarte por el buen rollo de los Harekrishna.
Si te gusta el arte, mucho, y no has ido al Hermitage puedes perdonarte en el Pushkin
Salirte de la ciudad un día soleado para dar una vuelta por el parque.
SIBERIA – Día 21/09 al 24/09
Irkutsk es una ciudad tirando a fea. Los rusos se empeñan en llamarla París de Siberia pero yo no gastaría más de 2 días ahí. Lo que sí sirve como punto de partida para dirigirte a otras zonas más interesantes como Olkhon en mi caso, Ulán Ude o Listvianka. A mí Irkutsk me sirvió para conocer gente con la que después coincidiría en Olkhon, donde recomiendo 100% ir. Son 7 horas en bus de ida y otras 7 de vuelta pero merece mucho la pena. Olkhon es una isla con pocos habitantes pero que tiene la particularidad de albergar el lago más grande del planeta, el lago Baikal. Ahí te puedes hospedar en el Nikita’s GuestHouse, una especie de Marina d’or para backpackers que realizan excursiones al norte de la isla.
Una media de 52€ y es que Rusia es caro y los billetes de tren más.
Lo que + me ha gustado…
la belleza de las mujeres rusas.
Lo que – me ha gustado…
que los rusos paguen la mitad por una entrada al museo.
He pasado 6 días por el centro y el norte de Mongolia. He montado en camello y en caballo. He pasado más de 7 horas diarias en coches capaces de cruzar ríos. He visto miles de vacas, centenares de caballos, decenas de yaks y algún que otro halcón. He dormido 5 noches en gers, una de ellas en el suelo. He pasado mucho calor y también mucho frío. He visto el cielo más estrellado del mundo y he descubierto que las estrellas fugaces duran más de 15 segundos. He conocido familias nómadas, de las de verdad. He visto cocinar una oveja recién degollada. He descubierto que los niños mongoles tienen la sonrisa más bonita que jamás he visto. He compartido vodka y canciones mongolas con gente de media europa. He tomado un baño a media noche en aguas termales. He compartido cena con un nómada mientras su hermano salía por la televisión. He hecho el guiri y me he vestido con trajes típicos nómadas.
Y es que este país da para esto y mucho más. Y me encantaría poder transmitiros lo que este país me ha dado pero necesitaré un par o tres de días para digerirlo. Mientras os dejo este vídeo haciendo el imbécil que certifica que todo está en su sitio.
He llegado esta mañana sobre las 7:30 hora Ulán Bator (6 horas más que España) bajo una fuerte nevada y hasta el momento estoy encantado con lo que he visto. Mongolia era uno de los países a los que más ganas tenía y hasta el momento está cumpliendo expectativas.
Todo empezó el miércoles noche cuando conocía a Erica y Marc mientras tomaba una cerveza con Yu, el chico japonés. Casualmente Erica trabaja en el hostal en el que me hospedo en Mongolia y coincido con ella en el mismo kupé y aprovecho las 10 horas que tardamos en cruzar las dos fronteras para coserla a preguntas sobre su país. Marc es un srong english man (le he prometido que lo pondría) que también viene en el mismo tren.
En el tren conozco a 3 inglese más Niki, Chelsea y Anthony y a dos chicas holandesas que también van al mismo hostal. Entre todos decidimos hacer una ruta por Mongolia de 14 días que nos llevará por el norte y centro del país y después hacia el desierto del Gobi.
14 días durmiendo en gers. Con familías nomadas y conodiendo el país de Gengis Khan. El plan pinta bien y aunque estaré bastantes días sin poderme conectar prometo tomar nota de todo para acercaros un poco más este extraordinario país.
Eran las 6:00 de la mañana, yo estaba despierto escuchando el Barça – Athletic. Suena la puerta del hostal pero nadie se levanta. El dueño está sobando así que abro yo.
– Hi, my name is Harm.
– Hi, I’m Robert. Nice to meet you.
Harm es un chico holandés que venía de Tomsk, unos 2 días en tren. Es ese tipo de personas que desprende un buen rollo capaz de contagiar a cualquiera. Al poco se añade Matias a la conversación, un esloveno capaz de tirar 300 fotos por segundo y que puso música a la última noche en Olkhon. Harm se anima y sin haber dejado la mochila en el suelo nos dice que también viene a la isla.
Llega el autobús y en él están Orla y Lora dos simpáticas irlandesas que también están haciendo el transmongoliano y con las que coincidiré en Ulan Bator. En frente de ellas está sentado Yu o wikYUpedia, un japonés que vive en Viena que tiene la cualidad de ser la persona que más visados tiene en su pasaporte. Viene acompañado de Irene y Miqui dos catalanes que empiezan una aventura fantástica, se van a vivir a Austràlia y antes quieren conocer el continente asiático. Con ellos, después de dos semanas vuelvo a hablar en catalán.
También está un alemán enigmático cuyo nombre no recuerdo pero que se iba a la isla solo, en plan superviviente como John Locke, durmiendo cerca de la orilla del lago y comiendo lo que pesca.
Con todos ellos nos fuimos en bus hasta Olkhon. Una vez ahí se añadió a la fiesta Martin, un francés que viene de Uzbekistán y con el que coincidré en Tailándia.
Desde el principio del viaje tengo claro que éste será un viaje de conocer países y ciudades pero sobretodo personas y la verdad es que la gente que he conocido estos días son la mejor prueba de ello.
Ha sido un placer haberos conocido. See you soon.